La tecnología y, en especial, la aplicación de la Inteligencia Artificial, va más allá de la mera comunicación con el paciente. Con herramientas basadas en datos e información escrita por los mismos profesionales del sector salud, se puede mejorar la precisión, el acceso al servicio médico y la experiencia del paciente.
¿De qué hablamos cuándo decimos digitalización?
Antes de profundizar en este tema, es interesante repasar el concepto de la palabra “digital” que, a lo largo de estos últimos años, se ha hecho presente en prácticamente todos los planos de nuestras vidas. Dicho esto, podemos decir que digital es un término asociado a la tecnología, aunque inicialmente se usaba para denotar todo lo referente a los dedos, se comenzó a utilizar cuando la ciencia tecnológica hizo su presencia en los diferentes campos en los que se le conoce. Lo importante entre las dos definiciones de digital que se conoce, podría ser la interacción que puede tener el ser humano con las computadoras o cualquier artilugio digital que comprenda una capacidad que sea aprovechada con los dedos. (fuente @conceptodefinicion.de)
Su aplicación en el mundo de la salud
Con la aplicación de las nuevas tecnologías, y la digitalización de los sistemas sanitarios, se ha producido un cambio en la práctica tradicional de la medicina y la asistencia al paciente. Sin duda, las nuevas tecnologías han supuesto un cambio de paradigma a nivel social, económico, político y médico.
Dicho esto, podemos afirmar que hablamos de medicina digital para referirnos a dos aspectos relevantes en temas de salud: primero a la telemedicina (atención médica a distancia) y, en segundo lugar, a la digitalización del historial clínico de los pacientes para guardarlo online y que este sea accesible a los profesionales de la salud cuando este sea necesario sin importar el lugar donde se encuentre tanto el paciente como la persona que pueda estar revisando dicha información.
En el caso de la telemedicina, o atención médica a distancia, es una solución cómoda e inmediata para miles de personas que necesitan atención médica de rutina o controles preventivos, permitiendo además anticiparse a problemas serios de salud. Otro factor relevante es la capacidad, por medio de dispositivos, a la monitorización a distancia de pacientes. La telemedicina, sin embargo, tiene sus limitantes. No es para urgencias ni casos graves.
Las historias clínicas en espacios digitales
En cuanto a la digitalización de los historiales clínicos, los expertos en el tema sostienen que se logra un mejor chequeo preventivo de los pacientes, mayor seguridad de la información y eficiencia tanto en el diagnóstico como en tratamientos. Además, disminuye la tasa de error y los tiempos de respuesta. Todos estos son aspectos muy positivos para un mejor control de la salud de los pacientes y para actuar en muchos casos, como se mencionó, de manera proactiva y no reactiva al poder prevenir situaciones futuras.
Otro factor relevante es la cantidad de información que podrían almacenar los médicos, hospitales y centros especializados, pudiendo generar un gran espacio de aprendizaje, desde el análisis de los datos, a través de inteligencia artificial (IA), logrando incluso anticiparse a enfermedades, estudiar y comparar mejores tratamientos para determinados padecimientos o establecer fechas relevantes en el año por edad, género, peso, entre otros aspectos que facilita la tecnología y el análisis de datos. Es un aspecto del mundo digital que se lo conoce como “big data” y que está contribuyendo en muchas áreas a profundizar el conocimiento y comprender lo que “puede venir”.
Daniel Kraft, director de Medicina y Neurociencia en Singularity University, señala que: “la tecnología está revolucionando de tal manera el mundo de la medicina que ya muchos doctores, además de recetar medicamentos, también recetan aplicaciones” que ayudan a controlar, registrar datos, establecer parámetros, ayudar en tratamientos, etc. Sin duda, la transformación digital en la medicina impone varios desafíos, entre ellos tecnológicos y médicos. Está claro que todos hemos de evolucionar en esta nueva era y disponer de lo mejor que nos ofrece la tecnología en el campo de la salud.
Usted, como profesional de la salud –sin importar el área en la cual desarrolle actividades- ¿ha incorporado tecnología digital en sus procesos? ¿Se siente cómodo trabajando con estas nuevas herramientas?